Una invitación a reflexionar sobre la naturaleza humana: Al principio, en la noche del tiempo, el ser humano adoraba a los astros para espantar sus miedos. Posteriormente...


"Al principio, en la noche del tiempo, el ser humano
 adoraba a los astros para espantar sus miedos. 
Posteriormente, su pensamiento animista, artificialista, 
fenomenista y mágico se fue disolviendo poco a poco, 
a golpe de heridas narcisistas. Un día, Copérnico y Galileo 
le enseñaron que la tierra no es el eje central sobre el 
que pivota el universo. Más tarde, Darwin le mostró 
que no era más que un animal evolucionado. 
Posteriormente, Marx y Nietzsche le dejaron huérfano, 
al señalar, respectivamente, que la religión es el opio 
del pueblo y que Dios ha muerto. Finalmente, 
Freud le hizo tomar conciencia de que es un ser de 
precariedades, ausencias y faltas, rodeado de 
bárbaros y fantasmas que le asaltan desde dentro y 
desde fuera, gobernado por sus deseos y pensamientos 
inconscientes, que mantiene ocultos, bajo el tipp-ex 
de la censura, porque tiene miedo a afrontarlos".

Notas tomadas de: 

Palomero Pescador, José Emilio (2006). ¿Sigue vigente hoy 
el psicoanálisis? La polémica continúa. Revista Interuniversitaria de Formación 
del Profesorado,  20(2), 233-266.









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