"Nosotros, los seres humanos, somos seres biológicamente amorosos como un rasgo de nuestra historia evolutiva. Esto significa dos cosas: la primera es que el amor ha sido la emoción central conservada en la historia evolutiva que nos dio origen desde unos cinco a seis millones de años atrás; la segunda es que enfermamos cuando se nos priva del amor como emoción fundamental en la cual transcurre nuestra existencia relacional con otros y con nosotros mismos. Como tal, la biología del amor es central para la conservación de nuestra existencia e identidad humanas."
"Las emociones afectan la conducta inteligente. Concretamente, el miedo, la ambición, el enojo, la competitividad reducen la inteligencia humana. Tenemos incluso expresiones populares que se refieren a esto: Tal persona está `ciego de envidia´, o `ciego por ambición´, es decir, se trata de personas que afectadas por una emoción negativa restringen su mirada, su visión de las cosas. Tales emociones generan una negación del otro .
La única emoción que amplia la conducta inteligente es el amor. El amor es aceptar al otro como otro, al aceptar la legitimidad del otro y sus circunstancias, uno `ve´al otro.
Si un profesor quiere que sus alumnos salgan mal en los exámenes lo primero que genera es inseguridad, miedo, ambición. Por el contrario, si quiere que salgan bien, genera confianza, respeto a través del amor. Si se respeta a los alumnos, los alumnos se respetarán entre ellos y sabrán respetar a sus profesores y de esa manera surgirá un espacio de colaboración y acción común.
En una palabra, la educación debe consistir fundamentalmente en un espacio de convivencia en el cual alumnos y profesores conformen un lugar de encuentro, acogida y respeto mutuo."
(Humberto Maturana - Pulsar aquí)
La única emoción que amplia la conducta inteligente es el amor. El amor es aceptar al otro como otro, al aceptar la legitimidad del otro y sus circunstancias, uno `ve´al otro.
Si un profesor quiere que sus alumnos salgan mal en los exámenes lo primero que genera es inseguridad, miedo, ambición. Por el contrario, si quiere que salgan bien, genera confianza, respeto a través del amor. Si se respeta a los alumnos, los alumnos se respetarán entre ellos y sabrán respetar a sus profesores y de esa manera surgirá un espacio de colaboración y acción común.
En una palabra, la educación debe consistir fundamentalmente en un espacio de convivencia en el cual alumnos y profesores conformen un lugar de encuentro, acogida y respeto mutuo."
(Humberto Maturana - Pulsar aquí)
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La Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado publicará en el número correspondiente a Agosto de 2012 una monografía sobre el amor y la educación, coordinada por Miguel López Melero (Universidad de Málaga - España).
En la citada monografía contaremos con colaboraciones de Humberto Maturana, de Ximena Dávila y de otros colaboradores del Instituto Matríztico. En ella contaremos también con artículos de Alfredo Fierro, Federico Mayor Zaragoza, Félix Angulo Rasco, Alejandro Dolz, Miguel Bandrez y Miguel López Melero.
En la citada monografía contaremos con colaboraciones de Humberto Maturana, de Ximena Dávila y de otros colaboradores del Instituto Matríztico. En ella contaremos también con artículos de Alfredo Fierro, Federico Mayor Zaragoza, Félix Angulo Rasco, Alejandro Dolz, Miguel Bandrez y Miguel López Melero.
Seguiremos informando en este blog sobre el contenido de esta monografía que irá a imprenta en fechas próximas.
1 comentarios:
Me gustaría poder tener esa monografía sobre el amor y la educación, soy una maestra catalana. Les doy las gracias porque el tema me interesa mucho. Saludos
Carmen
cabellaz@yahoo.es
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