Ataque sin precedentes a la docencia universitaria (José Emilio Palomero)









- La Universidad, incendiada (El País de 26 de abril 2012). Decenas de consejos de gobierno, claustros y decanos aprueban textos en contra de los recortes. Los rectores ven medidas “inaplicables” en la reforma (Ver la noticia completa pulsando aquí).

Zaragoza, 24 de abril de 2012

Creíamos que la Universidad de la Convergencia daría lugar a una redefinición de los roles docentes, que siempre gozaron de menor consideración y prestigio que las tareas investigadoras.

Pensábamos que la Universidad de la Calidad Total pondría el acento sobre el aprendizaje, y que no se escatimarían los recursos necesarios para hacer posible un giro sustancial en la forma de enfocar la docencia universitaria.

Creíamos también que el régimen de dedicación del profesorado es algo que en un estado social y de derecho no se impone unilateral y autoritariamente desde el Gobierno, sino que se negocia democráticamente con los interesados y sus legítimos representantes. 

La realidad, sin embargo, está siendo muy diferente, especialmente a partir del nuevo Real Decreto-Ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo (BOE 66 de 21 de abril 2012), cuyo texto completo se puede leer pulsando aquí. 

Efectivamente, tal como ha señalado CCOO, "¿dónde quedó todo lo negociado y acordado en el Estatuto del PDI? Parece como si el Gobierno no tuviese memoria y hubiesen desaparecido del Ministerio todos los documentos y todos los registros de los acuerdos alcanzados" (pulsar aquí). 

O tal como señala Nacho Rivas en su blog, ahora que quieren dar la puntilla a la Universidad:"¿qué quedará de nosotros, o qué quedará de la sociedad, cuando la Universidad haya muerto?" (pulsar aquí).

Y es que menuda la que se nos viene encima: recortes, subida de las tasas, elitismo y mercantilización de la universidad, ¿golpe mortal a los estudiantes?, ¿despido masivo de profesores? (Pulsar aquí, no es broma), ¿nuevos planes de estudio?, ¿supresión de titulaciones?, ¿fusión de centros?, ¿una nueva reforma universitaria?, ¿Adiós, Bolonia, adiós...?  (Pulsar aquí).

No obstante, en este post nos centraremos exclusivamente en la cuestión de la calidad docente universitaria, y lo haremos a partir de aquellos "detalles" del Real Decreto-Ley 14/2012 en los que se pone de manifiesto el "cariño" con el que el Ministro Wert está tratando la docencia universitaria, esa que según algunos iba a "mimar" tanto el Plan Bolonia..., aunque otros nunca creímos demasiado en ello, dado el espíritu mercantilista y neoliberal de la Universidad de la Convergencia (pulsar aquí).

Real Decreto-Ley 14/2012, de 20 de abril (Nueva redacción del artículo 68 de la Ley Orgánica 6/2001 de Universidades)

Cuatro. Se da una nueva redacción al artículo 68 de la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, que queda redactado en los siguientes términos:

«Artículo 68. Régimen de dedicación.

1. El profesorado de las universidades públicas ejercerá sus funciones preferentemente en régimen de dedicación a tiempo completo, o bien a tiempo parcial. La dedicación será, en todo caso, compatible con la realización de trabajos científicos, técnicos o artísticos a que se refiere el artículo 83.

La dedicación a tiempo completo del profesorado universitario será requisito necesario para el desempeño de órganos unipersonales de gobierno que, en ningún caso, podrán ejercerse simultáneamente.

2. Con carácter general, el personal docente e investigador funcionario de las Universidades en régimen de dedicación a tiempo completo dedicará a la actividad docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 24 créditos ECTS.

No obstante, la dedicación a la actividad docente de este personal podrá variar en función de la actividad investigadora reconocida de conformidad con el Real Decreto 1086/1989, de 28 de agosto, sobre retribuciones del profesorado universitario, y que haya dado lugar a la percepción del complemento de productividad previsto en el artículo 2.4 del mismo, y atendiendo a las siguientes reglas:

a) Deberá dedicar a la función docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 16 créditos ECTS quien se encuentre en alguna de las siguientes situaciones:

– Profesores Titulares de Universidad, Profesores Titulares de Escuelas Universitarias o Catedráticos de Escuela Universitaria con tres o más evaluaciones positivas consecutivas, habiéndose superado la más reciente en los últimos seis años.

– Catedráticos de Universidad con cuatro o más evaluaciones positivas consecutivas, habiéndose superado la más reciente en los últimos seis años.

– En todo caso, cuando se hayan superado favorablemente cinco evaluaciones.

b) Deberá dedicar a la función docente la parte de la jornada necesaria para impartir en cada curso un total de 32 créditos ECTS, quien se encuentre en alguna de las siguientes situaciones:

– Que no haya sometido a evaluación el primer período de seis años de actividad investigadora o que haya obtenido una evaluación negativa de dicho período.

– Que hayan transcurrido más de seis años desde la última evaluación positiva.

3. El Gobierno, previo informe de las Comunidades Autónomas y del Consejo de Universidades, regulará las bases del régimen general de dedicación del personal docente e investigador funcionario.»

Los cambios del Ministro Wert traducidos a cifras

Seguidamente, con el fin de que lectores y lectoras conozcan con mayor precisión los cambios que propone el Ministro Wert, vamos a señalar el número de horas de clase que según la nueva normativa deberá impartir cada profesor/a a lo largo de un curso académico, a repartir entre las 32 semanas en las que habitualmente se viene -o se venía- impartiendo clase en la universidad:

1) Los Profesores Titulares de Universidad, Profesores Titulares de Escuelas Universitarias o Catedráticos de Escuela Universitaria con tres o más sexenios de investigación consecutivos, siempre y cuando hayan superado el más reciente en los últimos seis años, deberán impartir 253,33 horas de docencia al año (16 créditos ECTS, equivalentes a 25,33 de los antiguos créditos).

2) Los Catedráticos de Universidad con cuatro o más sexenios de investigación consecutivos, siempre que hayan superado el más reciente en los últimos seis años, también deberán impartir 16 créditos ECTS, equivalentes a 253,33 horas de docencia al año (25,33 de los antiguos créditos). A éstos se les exige más que al resto, al menos cuatro sexenios de investigación...

3) Quienes no hayan sometido a evaluación el primer período de seis años de actividad investigadora, o quienes hayan obtenido una evaluación negativa de dicho período, así como quienes lleven más de seis años sin obtener una evaluación positiva de su investigación, deberán impartir 32 créditos ECTS, equivalentes a 506,66 horas de docencia al año (50,66 de los antiguos créditos).

En este sentido, cabe destacar que, hasta la entrada en vigor de los créditos ECTS (la unidad de medida docente que utiliza el Real Decreto de Wert) el máximo de horas de clase que le correspondía dar a un profesor/a perteneciente a los cuerpos docentes universitarios oscilaba entre 24 y 36 de los antiguos créditos, equivalentes a entre 240 a 360 horas al año según categorías y casos, al margen de descuentos por cargos, investigación, edad u otras causas.

Para hacer los cálculos anteriores (equivalencias entre créditos antiguos y créditos ECTS en horas de clase por curso académico) se ha tomado como referencia una de las guías docentes actualmente en vigor de la Universidad de Zaragoza (pulsar aquí para consultarla), en la que una asignatura de 6 créditos ETCS supone para el profesor/a 95 horas de actividad docente (15,83 horas por crédito en lugar de las 10 horas por crédito que recogía la antigua legislación).

Por cierto, el Real Decreto-Ley no dice nada sobre el resto del profesorado, puesto que se refiere exclusivamente al que pertenece a los Cuerpos Docentes Universitarios.

Los nuevos horarios lectivos del profesorado universitario en créditos ECTS, unidad de medida que utiliza el Real Decreto de Wert

En consonancia con la nueva normativa (y si es que ésta se aplicase de forma literal), la mayor parte del profesorado universitario pasará a tener que impartir muchas más clases de las que viene impartiendo hasta la fecha, hasta más del doble en un gran número de casos. Tan sólo una élite del profesorado actual se librará de un notable incremento de sus horas de docencia, mientras que las nuevas generaciones no tendrán tiempo material para obtener las condiciones que les permitan impartir los 16 créditos ECTS previstos en el mejor de los supuestos (equivalentes a 25,33 de los antiguos créditos); algo que tendrá muchas y malas consecuencias para el funcionamiento general de la universidad, para la calidad de la docencia universitaria, para la propia investigación, para el profesorado de todos los niveles y muy en particular para el sector más débil del mismo, los profesores/as asociados/as, que a pesar de estar llevando buena parte del peso total de la docencia universitaria en el momento actual (con salarios algo inferiores a 600, 400 o 300 euros/mes, según los casos) corren el riesgo de sufrir despidos masivos.

Cabe destacar que 32 créditos ECTS (506,66 horas) equivalen a unas 16 horas de clase por semana durante cada una de las 32 semanas lectivas que suelen quedar (o que al menos solían quedar) una vez descontados los períodos de exámenes y las vacaciones. 

Visto todo lo anterior, nos preguntamos si es que el Ministro Wert se lo ha pensado en serio y piensa aplicar de manera efectiva lo de las 506,66 horas de clase por curso para buena parte del profesorado, o si es que somos nosotros quienes nos equivocamos al echar las cuentas.

En todo caso no acaban aquí los problemas, puesto que la reforma del artículo 68 termina con una coletilla más que preocupante: "El Gobierno, previo informe de la CCAA y del Consejo de Universidades, regulará las bases del régimen general de dedicación del PDI...", así que mucho nos tememos que este ataque a la universidad tan sólo acaba de comenzar y que lo peor del mismo está aún por llegar.

Un profesorado para el siglo XXI

Hablando de calidad docente en la universidad finalizaremos este post con algunas referencias a los buenos profesores universitarios (pulsar aquí), a su vertiente educativa (pulsar aquí) y a la necesidad de que la actividad docente del profesorado sea reconocida institucionalmente con el mismo nivel que su actividad investigadora (pulsar aquí).  

Y es que, como ya hemos señalado en otro lugar (pulsar aquí) necesitamos:

"Una Universidad nueva para una sociedad también nueva. Que exige, por ende, un nuevo modelo de profesor. Frente a una Universidad transmisora y elitista, una Universidad que no sólo investigue, sino que también eduque en la vida y para la vida, que enseñe lo académico y lo vital. Menos jerárquica e individualista, más dialógica y comunitaria, menos economicista, más crítica y transformadora, más solidaria y social. Que investigue la realidad y se comprometa con ella a la luz de los derechos humanos. Que ponga investigación y docencia al servicio de la sociedad. Que contribuya a la construcción del conocimiento desde la atalaya de la solidaridad [ ... ]. 

La calidad de la Universidad depende principalmente de la formación y entrega de su profesorado. Por ello, la nueva Universidad exige un profesorado comprometido con su triple misión educadora, docente e investigadora. Un profesorado capaz de enganchar a los estudiantes al placer del conocimiento, y de hacerles vivir la Universidad como un espacio no sólo para investigar, sino también para aprender y enseñar. Para aprender a conocer y a hacer. También a convivir y a ser. 

Que domine su materia, dotado para la investigación y con una buena formación pedagógica. Dispuesto a despertar la curiosidad intelectual de los estudiantes, frecuentemente aburridos y sin interés por lo que se hace en las aulas. Mediador de aprendizajes significativos. Capaz de convertir el aula en espacio reflexivo, crítico y comunicativo; en fuente de construcción de saberes; en laboratorio para el ensayo de nuevos modos de enseñar y aprender. Dispuesto a intercambiar experiencias, investigación y reflexiones sobre su propia práctica docente.

Que no encripte el lenguaje. Que no hable para iniciados. Experto en comunicación. Y en gestión de recursos y grupos. Conocedor de las nuevas tecnologías de la información. Abierto a la aldea global. Menos ocupado en hacer carrera y subir puestos en el escalafón, y más preocupado por sus tareas docentes y educadoras. Capaz de trabajar en equipo. Motivado y responsable. Entusiasmado con el día a día de su actividad. Satisfecho y bien incentivado a nivel profesional. Emocionalmente inteligente. Con sensibilidad social.

Dispuesto a compartir mesa con los estudiantes, para construir juntos y de forma activa conocimientos y aprendizajes. Capaz de demostrar en el aula, el laboratorio o el despacho, su capacidad para conectar, motivar y comunicar. Ocupado en formar y no sólo en informar. Dispuesto a fomentar la reflexión y la creatividad. Y entregado a la formación de profesionales competentes, a la vez que ciudadanos libres, democráticos, comprometidos, solidarios, tolerantes, críticos, ilustrados, respetuosos, responsables, maduros y felices."


Nos tememos, sin embargo, que las reformas en curso no van por este camino... y nos parece lamentable el apoyo que les presta el profesor Mariano Fernández Enguita con ese "¡Bien por el 68! Esta vez con Wert" (pulsar aquí), dedicado a las reformas universitarias del Ministro de Educación

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La indignación por los recortes crece en las universidades (1/05/2012)


- Profesores «indignados» por los recortes. Docentes universitarios se sitúan en primera línea de la protesta contra los ajustes en educación.


- Higher education politics. Identificando políticas educativas en educación superior, un encargo de la red innova.


- Unos 120 profesores de la ULPGC podrían ser despedidos (Pulsar también aquí).


Imparten clases en la calle en Granada para protestar por los recortes en la universidad.


- La Mesa Única de los Trabajadores de la Universidad de La Rioja, integradas por las Juntas de Personal y los Comités de Empresa del Personal de Administración y Servicios (PAS) y del Personal Docente e Investigador (PDI), han reclamado, a través de un comunicado, que se retire el Decreto de "recortes" en educación.


- Los decanos de la Universidad de Murcia han suscrito un manifiesto en el que alertan de que las medidas adoptadas por los gobiernos central y regional "ponen en grave riesgo la viabilidad de esta universidad pública


11 comentarios:

Aitor dijo...

Enguita afirma que "si ven a un profesor universitario indignado con el artículo 68 no piensen que es del 15-M. Es de los que tendrán que impartir 32 créditos. Pero no se preocupen por él: tiene tiempo para hacerlo".
Esa afirmación de Enguita no es cierta. Hay ya profesor@s y catedrátic@s que tienen 16 créditos y que están en desacuerdo con Wert. Entre quienes no tienen sexenios hay personas efectivamente vagas y otras que dedican su tiempo de su sueldo de funcionarios a obtener otros ingresos, pero también hay muchísima gente que no tiene sexenios y se ha entregado a una docencia de calidad que su alumnado siempre le agradecerá. Entre quienes tienen sexenios hay personas que dedican el tiempo a hacer grandes aportaciones reconocidas por la comunidad científica internacional, pero también hay personas que han obtenido y disfrutado de una cátedra en una universidad feudal de la que un artículo en una revista internacional relevante decía: en España ser catedrático no depende de lo que conoces, sino de a quién conoces. Cualquiera que revise la base de datos JCR, verá que hay catedráticos feudales que nunca han publicado en una revista relevante en inglés y que publican en revistas donde ellos están en los consejos editoriales, mientras que hay personas sin 3 o 4 sexenios que han publicado en revistas muy relevantes. Entre esos catedráticos feudales hay algunos que dedican el tiempo a auto-promocionarse y obtener ingresos extras.

Anónimo dijo...

Me parece que el artículo del sr Fernández Enguita es una broma, una boutade de alguien que no tiene en cuenta la cantidad de consecuencias negativas que tiene una norma. pues: a) este Real Decreto- ley desprecia la docencia; b) es perjudicial para los profesores más jóvenes, no porque sean unos vagos, sino porque todavía no han tenido tiempo de obtener sexenios; c)parte de la base de que la concesión de unos sexenios garantizan ya la excelencia investigadora, lo cual no es verdad necesariamente, pues a veces basta con tener el "contacto" adecuado para obtenerlo, además de que la CNEAI ni siquiera motiva sus resouciones. ¿Dónde vive este Sr.?. ¿Es necio o cínico, o ambas cosas?. Conste que tengo varios sexenios.Pero este Real decreto- ley es lo peor en muchos áños que ha salido de un Ministerio

Anónimo dijo...

No entiendo por que un catedratico con 3 sexenios tiene docencia de 24 creditos y con igual numero de sexenios un titular tiene 16 creditos, en aplicacion art.68. La verdad que en mi universidad no hay casi titulares con 3, pero no lo entiendo?

Aitor dijo...

Enguita y Wert defienden una reforma que da más a los que más tienen (los catedráticos feudales) y lleva al paro a miles de profesores precarios. Y encima la presentan como que va a mejorar la calidad cuando entre esos profesores que llevan al paro hay muchísimos que tienen un currículum internacional que nunca tendrán los catedráticos feudales. Nunca he entendido cómo hay gente en España que considera que Enguita es de izquierdas.

Unknown dijo...

El nuevo 68, si se aplica tan cual figura en el BOE, tendrá numerosas consecuencias. Algunas de ellas son las siguientes: 1) Se producirán despidos masivos de profesores y profesoras, siendo los más afectados aquellos colectivos con contratos más en precario; 2) Disminuirá la calidad de la enseñanza, puesto que la mayor parte del profesorado: Tendrá que impartir muchas más horas de clase que hasta la fecha; tendrá a su cargo más materias o asignaturas diferentes; deberá atender a muchos mas estudiantes: 600 o 700 por docente; 3) Disminuirá la actividad investigadora, puesto que si a la horas de clase se añade la preparación de las mismas, la atención al alumnado, la corrección de pruebas y exámenes, las reuniones, gestiones y comisiones varias y mucha burocracia..., ¿qué tiempos quedan para la investigación? Más en concreto, ¿de qué tiempo dispondrán para la investigación aquellos profesores y profesoras que tengan menos de cuarenta años? La investigación puede terminar convirtiéndose para ellos y ellas en una cuestión residual (o en algo a hacer en horas extra, robadas al sueño y sin ninguna remuneración). Es como una pescadilla que se muerde la cola, puesto que es imposible que una persona que esté en la década de los treinta haya sido capaz de conseguir tres o cuatro sexenios de investigación (¿cómo conseguir con 38 años, por ejemplo, tener reconocidos oficialmente al menos 18 de investigación? Imposible), pero es que, además, con 32 créditos de clase (o con otro trabajo a atender, si es que se trata del profesorado asociado) se cierran muchas puertas para conseguir tales sexenios más adelante; 4) Una última consecuencia, que deriva de las citadas con anterioridad, es la desmotivación general que este Decreto Ley corre el riesgo de provocar entre profesorado más joven, puesto que se le cierran expectativas y la esperanza en un futuro mejor y más estable desde un punto de vista profesional. En este sentido, conviene no olvidar que en la universidad hay muchos profesores y profesoras sin ninguna o escasa estabilidad laboral y con salarios irrisorios por el desempeño de una profesión que exige un alto nivel de conocimientos y especialización...

Ernesto dijo...

Soy profesor titular de universidad y director de Escuela (38 años y dos sexenios, pido el tercero el año que viene). La reforma no me gusta por precipitada y poco meditada, pero
1) De dónde se han sacado que 16 ECTS equivale a 25 de los antiguos créditos? Ni de coña, en la universidad que más 1 ECTS es para el profesor 10 horas de clase (1 crédito de los antiguos). O sea, 160 horas de clase.
2) Si ahora los TEU daban las mismas clases que los TU, y entre estos daba lo mismo investigar que no, por qué yo tengo que dar las mismas clases que mi compañero de despacho, que mientras yo me rompo los cuernos por publicar en inglés, él se va a pescar en el tiempo en el que, por lo que cobra, debería estar investigando?

3) En cuanto al comentario sobre que un CU con tres sexenios dará 32 ECTS, es solo en el caso de que no haya conseguido el último hace menos de 6 años. Es decir, en el caso de que 7 años o más sin hacer prácticamente nada. Si el tercero es "vivo", da 24.

Como digo, la reforma es precipitada, pero ya está bien de que haya gente que no haga ni el huevo en investigación y cobre por ello. Además, reducir docencia a los mejores investigadores es una medida que muchas universidades (nacionales y extranjeras, entre ellas la mía) aplicaban ya hace tiempo.

Así que critiquemos lo criticable, alabemos lo que va en la buena dirección y sobre todo no hagamos demagogia. No nos pagan para eso (no somos políticos)

Saludos y felicidades por el blog

Anónimo dijo...

En respuesta al Anónimo dijo...de 29 de abril de 2012 17:52
"No entiendo por que un catedratico con 3 sexenios tiene docencia de 24 creditos y con igual numero de sexenios un titular tiene 16 creditos, en aplicacion art.68..." La respuesta lógica es que el político/creador+asesores:

(a) son ineptos
(b) quieren castigar… ¿la juventud?, ¿el exceso de investigación (para merecer ser CU)?, ¿el ímpetu de pretender ser CU?
(c) ambas a la vez (que todo es posible en nuestra España)



a-

Anónimo dijo...

Creo que habría que hacer también bastante d autocrítica en la universidad.
-Se deberia mirar CV por CV de cada profesor, el problema es que los profesores funcionarios no pueden ser despedidos, hay mucho profesor que una vez que aprobó la oposición dejo de investigar.
-La investigación es fundamental para la docencia, aunque algunos defiendan que la docencia es suficiente en la universidad, todos sabemos que explicamos mejor aquellos temas en los que nosotros investigamos
-Cuando se habla de la precariedad de los profesores asociados, según la legislación, deben ser profesionales que tengan OTRO trabajo fuera de la universidad, y dan un numero de horas muy reducido, logicamente no pueden cobrar un sueldo equivalente a un tiempo completo.

-Es necesario además una revisión total del acceso a las plazas, evitar que la propia universidad manipule los baremos y de facilidades a la endogamia y se penalice la meritocracia

Anónimo dijo...

Al anónimo que me precede:

La mayor parte de los asociados a tiempo parcial dan 18 créditos. Muchos asociados a tiempo parcial al final del curso han dado más horas de clase que un número importante de tiempos completo, ya que no se pueden acojer a las reducciones de carga docente que recogen los POD de las diversas universidades, y a los que sí se acogen los tiempos completos (pocos tiempos completos terminan impartiendo más de 20 créditos). Eres tú el que muestra un desconocimiento profundo de la realidad universitaria. O eres un titular de universidad que se cree su propia propaganda.

Los tiempos parciales suelen impartir la docencia que nadie quiere impartir en sus departamentos. Se les suele cambiar la docencia con cierta frecuencia, a diferencia de los "funcis", que la tienen fija. Lo que supone que estos sí tienen que estar constantemente preparando clase. Supongamos una hora de tiempo para preparar una clase de una hora, lo que a nivel universitario es muy "generoso" cuando te cambian todos los años la docencia. Seis horas semanales de clase, más seis de tutoría, más seis de preparación de clase, dan 18 horas; lo que es casi media jornada. Esto supone que, salvo los tiempos parciales que son profesores de instituto o "funcis" en otro lado, en la práctica terminan teniendo dos trabajos a tiempo parcial, el de la universidad y el de fuera de la universidad. Recuerda que el tiempo parcial ni escoge docencia, ni se la mantienen entre años; por lo que en la práctica se verá que todos los años tiene un horario universitario nuevo, lo que hace que tenga que buscar subtrabajos en el sector privado.

La realidad personal detrás de los TP es muy variada. Pero casi siempre, hay un factor vocacional muy importante. El desprecio y minusvaloración de políticos y funcis de las universidades sobre su labor docente muestra la ralea que ocultan las universidades, y porqué España tiene la universidad que tiene.

Alexandra dijo...

Yo no leí por completo el artículo, pero si esas medidas fueron tomadas para mejorar la calidad de la educación, pues yo lo veo bien. Es bueno que cada profesor tenga un amplio material de enseñanza, porque a nivel mundial el mayor problema está en que muchos estudiantes están saliendo de los colegios y escuelas públicas con deficiencia académica. Veremos entonces si estas medidas serán positivas o negativas.

Anónimo dijo...

Nadie ha hablado de la situación todavía más precaria de los Profesores Contratados Doctores, profesores de plantilla, que hemos tenido que sufrir las "inclemencias" y despropósitos de la LOU. Se nos asimilia a los TU para lo que más conviene: mismas obligaciones y menos derechos. Contratados laborales a tiempo indefinido que nos dejan en el furgón de cola.
En algunas universidades, sólo hemos tenido opción a tener sexenios desde hace 3 años. ¿Qué ocurre si además somos mujeres y tener hijos pequeños? ¿Qué me diga alguién porque esa baja laboral no se tiene en cuenta en el computo de los sexenios que nos condicionan la abrumadora carga docente de los 32 créditos?
El problema de los 32 créditos es que es un circulo vicioso del que puede resultar muy dificil salir y menos todavía hacer méritos para una acreditación que, en el momento actual de bancarrota, nos va a condenar al ostracismo!

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