A propósito del Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones
Notas tomadas de "El País" (26 de abril 2012)
Trato personas, no asegurados. Josep Basora, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), lo tiene claro. Siempre desde un punto de vista personal, el decreto que impide atender a inmigrantes en situación irregular no entra en sus planteamientos éticos. Si tengo a una persona delante, me da igual que sea extranjera o no; la tengo que atender.
Una visión que comparte el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín: No pueden obligarnos a no atender a un paciente.
Si a mí como médico me piden asistencia la tengo que dar, dice el presidente de los médicos españoles. Si tengo a una persona delante, me da igual que sea extranjera o no; la tengo que atender. Un paciente es un paciente negro, blanco o mediopensionista, y no le podemos abandonar. Es una locura. No somos policías ni inspectores. Algunos aseguran que practicarán la insumisión. O una especie de objeción de conciencia, pero a la inversa.
La Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid ha sido la que ha prendido la mecha: "Hacemos un llamamiento a la ética de todas y todos los profesionales de la sanidad pública para la atención completa a este grupo de población [más de 150.000 personas], perteneciente en gran medida a los grupos más desfavorecidos. Al mismo tiempo, reivindicamos el derecho a la objeción de conciencia por parte de todos los profesionales a la aplicación efectiva del real decreto ley por inmoral, injusto, y peligroso en términos de salud pública”, indican.
Lo que se les propone a los médicos, negar la atención a pacientes que conocen y que llevan tratando años, es “inhumano, injusto, va contra nuestra conciencia y nuestro código deontológico”, dice el enfermero Ángel Navarro, portavoz de la coordinadora que promueve la insumisión...
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Notas tomadas de "El País" (26 de abril 2012)
Trato personas, no asegurados. Josep Basora, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), lo tiene claro. Siempre desde un punto de vista personal, el decreto que impide atender a inmigrantes en situación irregular no entra en sus planteamientos éticos. Si tengo a una persona delante, me da igual que sea extranjera o no; la tengo que atender.
Una visión que comparte el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín: No pueden obligarnos a no atender a un paciente.
Si a mí como médico me piden asistencia la tengo que dar, dice el presidente de los médicos españoles. Si tengo a una persona delante, me da igual que sea extranjera o no; la tengo que atender. Un paciente es un paciente negro, blanco o mediopensionista, y no le podemos abandonar. Es una locura. No somos policías ni inspectores. Algunos aseguran que practicarán la insumisión. O una especie de objeción de conciencia, pero a la inversa.
La Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid ha sido la que ha prendido la mecha: "Hacemos un llamamiento a la ética de todas y todos los profesionales de la sanidad pública para la atención completa a este grupo de población [más de 150.000 personas], perteneciente en gran medida a los grupos más desfavorecidos. Al mismo tiempo, reivindicamos el derecho a la objeción de conciencia por parte de todos los profesionales a la aplicación efectiva del real decreto ley por inmoral, injusto, y peligroso en términos de salud pública”, indican.
Lo que se les propone a los médicos, negar la atención a pacientes que conocen y que llevan tratando años, es “inhumano, injusto, va contra nuestra conciencia y nuestro código deontológico”, dice el enfermero Ángel Navarro, portavoz de la coordinadora que promueve la insumisión...
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