A favor de un mundo inclusivo


El vídeo que comento lleva por título "El amor de los padres hacia los hijos no tiene límites" (Pulsar aquí para verlo), pero a mi se me antoja fijar la mirada
en el hijo, que se muestra radiante ante los demás y ante si mismo y que parece entrar en estado de flow y alcanzar algunos instantes de felicidad, de bienestar subjetivo...

En un mundo tal neoliberal y materialista como el nuestro, en el que parece que tan sólo tiene valor aquello que se puede medir, contar y pesar, este vídeo invita a formular algunas preguntas: ¿Qué es la felicidad? ¿En qué consisten las experiencias de éxito? ¿Es que éstas tan sólo están reservadas a los "dioses del Olimpo"? ¿Puede descubrir el secreto de las estrellas y navegar por mares desconocidos alguien aquejado de una grave discapacidad?

Quizá tengamos alguna respuesta en la sonrisa abierta de este chico, uno de esos que, a priori, parece que jamás fueran a sonreír..., convertido, con la ayuda de su padre, en uno de los "dioses del Olimpo..." Un buen ejemplo, por otra parte, para ilustrar lo que hoy llamamos educación inclusiva (algo que compete a la escuela, a los padres y a toda la tribu), esa que despliega un modelo de desafío en el que cada ser humano pueda alcanzar algún tipo de éxito que le permita tramar tejidos de resiliencia y alcanzar ese estado, quizás momentáneo, que llamamos felicidad...!

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