1) Inmigración y educación en la ciudad de Zaragoza: Justificación y objetivos de la investigación
Los cambios experimentados por la sociedad aragonesa en los últimos años han sido vertiginosos. Uno de los más perceptibles ha sido la recepción continua y creciente de población inmigrante atraída por las expectativas de un futuro menos incierto que el que ofrecen sus lugares de origen. Llegan así nuevos hábitos, diferentes costumbres, modos de convivencia distintos y toda la variedad y diversidad que pueden aportar culturas y religiones diferentes de las que han vertebrado hasta hoy mismo la sociedad en que vivimos.
En poco tiempo, ha habido que hacer un lugar a otras identidades, a otras creencias, a otros modos de pensar y de vivir. Somos conscientes de que éste proceso no ha estado, ni está, ni estará exento de dificultades.
Pero, igualmente, nuestra experiencia cotidiana nos hace ver que el proceso migratorio no puede ser reducido a estas dificultades, que, por desgracia, son lo único que percibe un sector importante de la sociedad mayoritaria. Es indudable que la diversidad cultural es una fuente de enriquecimiento y desarrollo socioeconómico para España, para Aragón y para Zaragoza.
Ante la nueva realidad multicultural, nuestra sociedad no siempre tiene una actitud tan abierta como sería deseable. Durante los últimos años han crecido mucho las actitudes racistas entre los españoles, como han puesto de manifiesto los informes del CIS. Las actitudes de rechazo hacia los inmigrantes están sustentadas por prejuicios y estereotipos de carácter negativo que tienden a asociar la inmigración con fenómenos como la delincuencia, la droga, el paro o la pérdida de recursos sociales para los españoles, dibujando un panorama en el que el colectivo inmigrante es percibido y categorizado como una amenaza social. Esta imagen deformada y deformante, que no es capaz de distinguir la multiplicidad de realidades que se agrupan bajo el concepto “inmigrante”, se está extendiendo por nuestra sociedad y cristalizando en el imaginario colectivo como un virus letal para la convivencia.
Evidentemente, el sistema educativo y los agentes que lo componen no son ajenos a esta realidad social de la que forman parte. Parece lógico pensar que si existen actitudes de racismo y de rechazo en la sociedad, también pueden existir en el entorno escolar y que, de algún modo, están suponiendo un freno para los procesos de integración social.
Por otra parte, desde S.O.S. Racismo Aragón creemos firmemente que la educación ha de recuperar su protagonismo en la transmisión de valores que nos lleven a construir una sociedad más justa y humana; así, desde nuestro planteamiento, la escuela se convierte en el marco privilegiado desde el que es posible construir una sociedad basada en la convivencia intercultural y en el respeto mutuo.
Por ello, el objetivo prioritario de nuestra investigación fue analizar en qué medida nuestro sistema educativo estaba siendo capaz de responder de un modo constructivo a la nueva situación generada a raíz de la llegada de un importante número de alumnos inmigrantes; es decir, en qué medida estaba siendo capaz de integrarlos con normalidad en el entorno escolar y superando, en la vida escolar diaria, los prejuicios y estereotipos negativos a los que antes hacíamos mención.
Con este fin nos planteamos algunos objetivos más específicos, entre los que destacaremos:
- Analizar la situación real de los alumnos inmigrantes y las consecuencias de su incorporación, tanto para ellos mismos, como para el resto de sus compañeros y para el personal docente.
- Analizar la actitud del profesorado ante esta nueva realidad, así como las dificultades a las que se enfrenta.
- Aportar propuestas concretas para mejorar globalmente nuestro sistema educativo y avanzar en el terreno de la convivencia intercultural.
2) Inmigración y educación en la ciudad de Zaragoza: Algunas referencias accesibles a través de internet