Publicamos en este post un e-print (post-print, versión de los autores) del artículo titulado "El compromiso de la investigación social en la construcción de otra escuela posible", cuya autoría corresponde Matías de Stéfano Barbero (CONICET - Universidad de Buenos Aires), Luis Puche Cabezas (Universidad Autónoma de Madrid) y José Ignacio Pichardo Galán (Universidad Complutense de Madrid).
Este artículo se publicará (tras una corrección final de pruebas, único trámite pendiente antes de su envío definitivo a imprenta) en el número 82 (29.1) abril 2015 de la Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado (RIFOP), formando parte de una monografía que lleva por título "Investigar para acompañar el cambio educativo y social. El papel de la universidad", que tiene su origen en el congreso organizado por la AUFOP y la Universidad de Cantabria que, bajo ese mismo título, se celebró en noviembre de 2014 en Santander.
El citado número monográfico ha sido coordinado por Adelina Calvo Salvador, Carlos Rodríguez-Hoyos e Ignacio Haya Salmón (Universidad de Cantabria).
El citado número monográfico ha sido coordinado por Adelina Calvo Salvador, Carlos Rodríguez-Hoyos e Ignacio Haya Salmón (Universidad de Cantabria).
El compromiso de la investigación social en la construcción de otra escuela posible
The commitment of social research to creating new school environments
Resumen: Este artículo recoge una serie de experiencias y reflexiones en torno a la investigación Diversidad y convivencia en los centros educativos llevada a cabo desde la Universidad Complutense de Madrid en 2013 y centrada en el análisis de buenas prácticas educativas en atención a la diversidad. Nos interrogamos acerca de cómo la elección de la metodología, el formato en el que se elaboran los resultados y su posterior difusión son decisiones fundamentales para que una investigación académica desarrolle todo su potencial de cambio social. En nuestro caso, la vertiente aplicada de la investigación ha estado orientada a analizar y visibilizar en el contexto escolar la diversidad sexual y familiar, así como diferentes identidades de género, haciendo de ellas una oportunidad educativa para el cambio hacia otra escuela posible.
Palabras clave: Investigación educativa, Investigación aplicada, Homofobia, Educación afectivo-sexual, Atención a la diversidad
Abstract: This article describes and reflects on the study Diversity and Integration in Schools, conducted in 2013 by the Universidad Complutense de Madrid (Spain) and focused on the analysis of best educational practices on the matter. We consider how methodological choices and dissemination formats are important decisions to make in order to bring academic research to its full potential for social change. In this case, we opted for and applied an analysis focused on sexual and family diversity at schools, using these as the basis for an educational opportunity for change towards more inclusive schools.
Keywords: educational research, applied research, homophobia, sexual education, attention to diversity
Introducción
La
investigación Diversidad y Convivencia en los centros educativos (1) (a partir de aquí DyC) nace con el objetivo de dar respuesta a una
persistente omisión en la investigación educativa producida en el Estado
Español en los últimos años, cuyos análisis y reflexiones sobre el acoso escolar
no han tenido apenas en cuenta, en general, la homofobia y la transfobia (2) como fuentes de discriminación en los centros educativos (DEFENSOR DEL PUEBLO y
UNICEF, 2000; AVILÉS, 2003; SERRANO e IBORRA, 2005; MERINO, 2008 y ORTEGA,
2010). Este hecho ha contribuido a la
invisibilización de esta realidad y, por consiguiente, a la no actuación frente
a ella: no se lucha contra las discriminaciones que no se perciben porque no se
tiene conciencia de su existencia.
Precisamente
por ello, venimos realizando desde 2004 una serie de estudios sobre esta
cuestión en los que la interdisciplinariedad de los equipos de investigación y
la vocación aplicada han sido dos elementos centrales (3).
Profesionales de la antropología, la docencia, la psicología y la pedagogía, hemos
trabajado conjuntamente para abordar el análisis de la diversidad sexual y
familiar y de las identidades de género en los contextos educativos desde la
perspectiva de las ciencias sociales. Esta trayectoria de investigación, en la
que DyC se destaca como el proyecto de más reciente elaboración
(finalizado a principios de 2014), ha sido posible gracias al apoyo de las
asociaciones LGBT y al voluntariado de las personas que hemos participado en
ella debido al difícil contexto en el que nos encontramos para realizar
investigación social en las universidades públicas, más aún cuando nuestros
objetos de estudio están marcados políticamente de forma significativa. En este
sentido, DyC adquiere un especial interés al realizarse 8 años después
de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en España y en
un nuevo contexto político en el que se ha eliminado de los planes de estudios
la asignatura Educación para la Ciudadanía y en el que las agresiones
homófobas constituyen el principal motivo de las denuncias de delitos de odio (4).
El Estado, por su parte, no ha prestado la debida atención a la homofobia como fuente
de burlas, insultos, amenazas, exclusión o violencia física en los centros
educativos, ni en el terreno de las políticas públicas ni en el de la
investigación (5). Y ello
pese a que, como veremos, la homofobia y la transfobia son dos de los
principales motivos de malestar y violencia en los centros escolares del Estado
Español.
En este
marco social y universitario, la colaboración entre docentes en activo,
activistas y científicos sociales en nuestros equipos de investigación nos ha
llevado a concebir la investigación como una herramienta no solo de producción
de conocimiento sino también de transformación social. Este artículo quiere dar
cuenta de esta dimensión aplicada y de las herramientas metodológicas y de
difusión que la han hecho posible.
Nuestro
estudio confirma los resultados ya apuntados por investigaciones anteriores
(PICHARDO, 2009; INJUVE, 2011): pese a que el alumnado que presenta actitudes
abiertamente homófobas constituye una minoría, sigue imponiendo su ley en buena
parte de las aulas y centros educativos al tiempo que existe una percepción
generalizada de inacción (del profesorado y del resto del alumnado) ante las
discriminaciones homófobas. Si bien el objetivo de este texto no es profundizar
en los resultados de la investigación, sí que consideramos necesario señalar
que, de acuerdo con nuestros datos, los principales motivos de acoso escolar se
engloban en dos ámbitos: el del aspecto físico (donde el acoso se centra
en el sobrepeso, en no encajar en los patrones de belleza y en menor medida en
la higiene y el vestido) y el de la puesta en cuestión del sistema sexo-género
(donde el acoso se centra en las personas que son o parecen lesbianas, gays o
bisexuales, en chicos que tienen actitudes y prácticas socialmente consideradas
femeninas y en las chicas que “salen con muchos chicos”). Por tanto, el género
y la sexualidad se encuentran entre los principales motivos de discriminación
dentro de la comunidad educativa. Con respecto al profesorado, observamos que
existe una relación directa entre formación en diversidad e intervención
educativa: cuanta más formación se recibe para abordar la diversidad sexual y
familiar en las aulas, mayor y más constante es la actuación ante casos de
homofobia y transfobia. Si pensamos en las medidas que sería necesario tomar de
cara a un cambio de actitudes en el ámbito escolar, comprobamos que resulta indispensable
trabajar a favor de la diversidad y la convivencia tanto con el profesorado y
el personal de administración y servicios, como con las familias y el alumnado.
De hecho, la familia, en primer lugar, y el alumnado, en segundo lugar, son los
dos colectivos a los que más recurren en busca de apoyo los chicos y chicas que
sufren acoso escolar. Es significativo, por último, que menos de un 5% de los
estudiantes recurra al profesorado cuando está siendo víctima de acoso, un dato
para la reflexión de quienes nos dedicamos a la docencia.
En las siguientes
páginas se expondrán, en un primer apartado, algunos aspectos metodológicos que
han sido claves en esta investigación y, en un segundo apartado, las
implicaciones a efectos de difusión e incidencia social que se derivan del tipo
de investigación aplicada (e implicada) que desarrollamos.
La
importancia de la reflexión metodológica: convertir la dificultad en virtud
DyC
se ha asentado en un proceso colectivo de toma de decisiones e innovaciones
metodológicas que nos ha llevado a diseñar una investigación mixta, de carácter
aplicado, en la que los componentes cuantitativos y los cualitativos, así como
los elementos visuales y textuales, están en permanente diálogo. La dimensión
cuantitativa ha incluido la recogida, a nivel estatal, de 3.236 cuestionarios respondidos
por alumnado de secundaria y de 250 cuestionarios de profesorado de todos los
niveles educativos.
Desde
el inicio quisimos que el foco de atención no solo estuviera en las actitudes
de estudiantes adolescentes ante la diversidad sexual sino también en las
percepciones y comportamientos de los niños y las niñas. Por ello, decidimos incluir
al alumnado de los niveles de infantil y primaria como sujetos de nuestro
estudio, lo cual supuso un verdadero desafío metodológico. Dado que no era posible
administrar cuestionarios a niños y niñas de estas edades (menores de 12 años),
optamos por técnicas cualitativas adaptadas a las particularidades de la
infancia: realizamos sesiones de observación participante en aulas de educación
infantil y primaria, para lo cual pusimos en marcha un programa de talleres
sobre diversidad corporal, afectiva y familiar (47 talleres en total impartidos
en 6 centros diferentes de Sevilla y Madrid) en el transcurso de los cuales
registrábamos los comportamientos, discursos y actitudes espontáneas de niños y
niñas ante las cuestiones que se iban planteando por medio de narraciones e
imágenes (6).
Junto al análisis del discurso y los comportamientos, prestamos atención
también a la expresión plástica de los niños y niñas, que al final de cada
taller tenían tiempo para dibujar a sus familias y dialogar a través de esos
dibujos con el equipo investigador. Tratamos así de resolver las dificultades
que conlleva la investigación con población infantil, que tienen que ver sobre
todo con el proceso de comunicación entre quien investiga y quien es
investigado: dificultades en el establecimiento de una relación de confianza y
dificultades en la utilización de un código común que pueden ser abordadas de
forma exitosa desde el juego y la plástica más que desde los métodos clásicos
de investigación (cuestionarios, entrevistas y observación participante)
(GONZÁLEZ, 2011). De este modo, la investigación se entrelazó desde el inicio
con la formación, ya que los talleres que sirvieron al equipo como vehículo
para acceder a los datos etnográficos, supusieron para el alumnado y el
profesorado presente en el aula una oportunidad educativa en materia de
diversidad.
Pero la
dimensión cualitativa no se circunscribió al trabajo en infantil y primaria. Además
del diseño y recogida de los cuestionarios entre alumnado de secundaria y
profesorado, realizamos a lo largo del trabajo de campo una serie de
entrevistas en profundidad grabadas en video (7) que han servido de materia prima para un documental sobre el que hablaremos más
adelante.
Estas
distintas opciones metodológicas se traducen en diferentes resultados y tienen
características que a su vez ofrecen desiguales impactos en la sociedad. Por un
lado, los resultados cuantitativos, traducidos en valores numéricos,
porcentajes y gráficos, hacen la información más accesible y favorecen el
impacto de la investigación en un amplio abanico de la sociedad. Tanto los
medios de comunicación como las asociaciones civiles agradecen este tipo de formato
porque facilita su tarea de acercar a la sociedad los resultados de la
investigación social en un lenguaje fácilmente digerible. Por su parte, los
datos cualitativos dan lugar a una necesaria contextualización de los discursos
y prácticas que viven estudiantes y docentes, otorgando profundidad de matices
y abordando la singularidad de sus experiencias cotidianas. Aunque los
resultados cualitativos presentados al modo clásico (etnografía, informe de
investigación) requieren a priori de un mayor esfuerzo lector para ser asimilados,
las herramientas de registro audiovisual nos han ayudado a presentar las
conclusiones de la investigación de manera más atractiva para el gran público 88).
Más
allá del diseño metodológico, el equipo tuvo que hacer frente a algunas
limitaciones derivadas del contexto de precariedad material en el que se
desarrolló la investigación y que supusieron nuevos desafíos a resolver. Al
comenzar con el trabajo de campo, y utilizando la metodología de la “bola de
nieve” para acceder a los y las informantes, desde el equipo de investigación
observamos dos dificultades. Por una parte, y dados los escasos recursos
económicos e institucionales con los que contábamos, la muestra no podía ser
considerada representativa estadísticamente ya que no teníamos acceso aleatorio
a cualquier centro educativo. Por otra parte, y relacionado con lo anterior, observamos
un sesgo importante en la muestra, ya que quienes aceptaban participar en la
investigación facilitando la difusión de los cuestionarios en sus centros, eran
docentes que contaban con una sensibilización previa sobre la diversidad sexual
y familiar. Lejos de desanimarnos, estas dificultades fueron traducidas en una
oportunidad para redefinir el estudio hacia un análisis de las “buenas
prácticas” que el profesorado en activo estaba desarrollando en sus aulas en
torno a la diversidad. En esta línea, las sesiones de observación participante
realizadas durante los citados talleres en infantil y primaria nos permitieron
detectar que en las aulas en las que se venían trabajando estas cuestiones, el
alumnado estaba sensibilizado en mayor medida y contaba con recursos
discursivos y actitudinales que mejoraban significativamente el ambiente de
convivencia.
Desde
la perspectiva de la investigación aplicada e implicada que hemos adoptado, entendemos
que el análisis de las “buenas prácticas” del profesorado al abordar la diversidad
sexual, familiar y las identidades de género en su desempeño profesional,
aporta información, experiencias y herramientas que favorecen nuevas estrategias
para el cambio social. Por “buenas prácticas” entendemos aquellas prácticas
pedagógicas y actitudes que una parte del profesorado (y en ocasiones también
una parte del alumnado) está movilizando para combatir la desigualdad y las
distintas discriminaciones que se producen en el entorno escolar, haciendo de
ellas una oportunidad educativa. Se trata, en definitiva, de la puesta en
marcha de resistencias e innovaciones creativas para la construcción de otra
escuela posible, que no deje fuera a las
personas LGBT como habitualmente ocurre cuando se habla de “atención a la
diversidad”.
Los resultados de DyC muestran que los
principales motivos que esgrime el profesorado para no actuar frente al acoso
por homofobia en los centros educativos son los siguientes: el no saber cómo
hacerlo, el no sentirse con la seguridad suficiente para ello y el temor a la
reacción del centro, de los equipos directivos, de las familias o del alumnado.
Es por ello que la visibilización a través de la investigación social de las
innovaciones que el profesorado ya está poniendo en marcha para abordar estas cuestiones
en el aula y frenar la discriminación por homofobia y transfobia, puede servir
para favorecer su difusión y replicación, actuando como generadora de nuevos
referentes educativos. Lo veremos a continuación.
Los
outputs de la investigación y la difusión de resultados
“La propia difusión académica de resultados
-no digamos otro tipo de difusión- crea impacto social porque ofrece datos,
razones y fundamenta la opinión” (SAN ROMÁN, 2006, 395). Al igual que Teresa
San Román, partimos de la base de que toda investigación implica una
transformación (mayor o menor) del objeto estudiado. De hecho, consideramos que
es deseable que así sea siempre y cuando la investigación rigurosa contribuya a
una transformación en positivo del clima escolar de acuerdo con los principios
de equidad en la educación, respeto por las diferencias y aceptación de la
diversidad. Por ello, tanto en el proceso de recogida de datos como en la
producción de los resultados y su difusión, hemos tratado de poner en valor
esta vertiente aplicada y hemos establecido diversas estrategias para producir
un impacto social emancipador y concientizador tanto para el profesorado como
para el alumnado y sus familias.
En primer lugar, y respetando las
convenciones de la cultura académica, hemos realizado un informe técnico en
formato tradicional, en el que se ofrecen los resultados completos de nuestro
trabajo (9). Sabemos hoy que el impacto efectivo de los resultados de la investigación
social se ve limitado al realizar su difusión a través de extensos informes
donde abunda el lenguaje académico. Es por ello que, además del informe,
decidimos realizar un resumen de los resultados a modo de infografía, de una
extensión de 12 páginas, en el que se ponen de relieve los aspectos más
destacables con un lenguaje accesible y haciendo uso de distintos dispositivos
gráficos (10). Teniendo en cuenta la falta de tiempo disponible de la que adolece el
profesorado en activo, esta estrategia nos parece especialmente eficaz de cara
a una difusión amplia de los resultados (11).
Google España, que financió nuestra
investigación, nos solicitó al inicio de la misma que produjéramos un video
animado de un máximo de 3 minutos de duración a modo de exposición de los
principales resultados del estudio, una exigencia que –como veremos más
adelante– ha terminado por convertirse en una excelente herramienta de
comunicación y en un recurso educativo. La colaboración con esta empresa en
nuestro proyecto ha supuesto un reto que nos ha exigido utilizar otros medios y
lenguajes diferentes a los que estamos acostumbrados en el mundo académico pero
que, al mismo tiempo, nos ha posibilitado expandir los límites de la difusión
de resultados.
Por
otro lado, la impronta de la antropología social en nuestro equipo de
investigación ha implicado un compromiso permanente con las experiencias y
necesidades de las personas que han participado en el proyecto; de ahí que
hayamos realzado el valor de lo cualitativo y su poder como herramienta para el
cambio social a lo largo de todo el proceso investigador. En esta línea, hemos
realizado también un video de 18 minutos de duración en el que docentes y
estudiantes de Madrid, Andalucía y Canarias narran sus experiencias en primera
persona en torno a la diversidad sexual y a la identidad de género tal y como
son vividas en sus centros escolares.
Este video documental sobre “buenas prácticas”,
significativamente titulado “Diversidad y convivencia: una oportunidad
educativa”, pretende visibilizar algunas de las estrategias pedagógicas y
actitudinales que el profesorado está llevando a cabo para educar en diversidad:
trabajar utilizando la inclusividad y la no presunción de heterosexualidad
del alumnado; generar espacios de reconocimiento de las diversidades -que el
alumnado agradece, por sentir, quizás por primera vez en su vida, que cuenta
con un referente adulto que lo reconoce y le da visibilidad-; abordar las
cuestiones de diversidad sexual y familiar con naturalidad; aplicar la
transversalidad, incorporando la diversidad sexual y de identidades de género a
lo largo de todo el currículum de modo que su abordaje no se circunscriba
únicamente a actividades específicas o a gabinetes en los que se trata la
cuestión de forma aislada del resto de la comunidad educativa. Todo el
profesorado entrevistado coincide en que las mejoras en la convivencia en el
aula se aprecian casi instantáneamente y en que las temidas resistencias por
parte del alumnado, las familias y el claustro son mínimas. Incluso hemos
recogido casos en los que el profesorado afirma haber recibido refuerzos
positivos explícitos, en forma de comentarios y cartas, por parte del alumnado
y de las familias cuando han decidido hablar sobre estas formas de diversidad
en el aula.
Desde la perspectiva de una investigación implicada
con la transformación social, la producción de datos y materiales no debería
constituir la última fase del proceso investigador. Nuestro equipo ha hecho
especial énfasis en promover la difusión de esos resultados y del material
audiovisual producido. Esta tarea de difusión la hemos realizado de diversas
formas: por medio de la publicación de los resultados en un blog de acceso
abierto, por medio de la difusión personal vía e-mail a todas las personas que
han participado en ella de forma activa, y también a través de charlas,
talleres y conferencias que hemos impartido a lo largo de cuatro meses en los
propios centros escolares participantes y en asociaciones LGBT, centros
universitarios (Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de
Madrid, Universidad de La Rioja, Universidad de Cantabria, y en las
universidades argentinas de Buenos Aires, Córdoba y Mar del Plata), cursos y
centros de formación del profesorado, sindicatos y en congresos nacionales e
internacionales, jornadas y seminarios sobre antropología y educación en
España, Argentina, Uruguay, Italia... Esta intensa labor de difusión se ha
fundamentado en una serie de principios que consideramos irrenunciables para el
tipo de investigación social con orientación pública que practicamos:
1)
El deber ético de
devolución. El compromiso con la realidad que estudiamos implica no solo analizarla con fines
científicos sino acercar los resultados de la investigación a la población que participó en
ella y reconocer la ayuda prestada (DEL OLMO, 2010). En el caso específico de
los centros escolares que han colaborado en nuestra investigación, la
devolución la hemos llevado a cabo por medio de una serie de charlas en las que
algunos miembros del equipo de investigación presentábamos los resultados a los
y las docentes de dichos centros y a los grupos de estudiantes de ESO y
Bachillerato que en su momento habían contestado al cuestionario (en Madrid y
en distintos municipios de las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma).
Para ello, se nos han cedido sesiones de tutoría con el alumnado y franjas
horarias en las que todo el claustro estaba disponible (principalmente durante
el tiempo del recreo) para presentar nuestras conclusiones al profesorado. En
el caso específico del alumnado, esta devolución ha sido también una
oportunidad para que accedan de primera mano a la lógica de la investigación
social y al alcance que puede llegar a tener contestar a un cuestionario.
2)
La exigencia de
traducción, adaptación y comprensibilidad.
La presentación de los resultados ante distintas audiencias (estudiantes de
ESO, activistas, docentes, investigadores) exige de manera significativa de una
labor de adaptación del lenguaje en el que han sido formulados los resultados
para hacer posible la adecuada comprensión de los mismos. El antropólogo Carlos
Giménez se refiere a este ejercicio como un ejercicio de traducción encaminado
a cumplir con “el reto crucial de la comunicación entre el/la antropólogo/a y
los participantes en la experiencia; comunicación que debe ser lo más dialógica
y efectiva posible” (GIMÉNEZ, 2012: 32). En nuestro caso, esto nos ha llevado a
elaborar distintos formatos de presentación de resultados y a potenciar los
elementos textuales o audiovisuales en función de cada audiencia y de los
tiempos disponibles, con el objetivo último de que el proceso de difusión fuese
también un proceso formativo, provechoso y transformador para las personas que
participaban en él.
3)
La ruptura de la
dicotomía investigación/aplicación.
Como señalábamos más arriba, partimos de la base de que toda investigación
lleva consigo algún tipo de aplicación y en lo posible conviene asegurarse de
que sea una aplicación coherente con los objetivos de la investigación. Una de
las formas más directas de aplicación con las que contamos como
investigadores/as, y que además no requiere necesariamente de herramientas
técnicas distintas a las que ya dominamos ni de formación específica, es la que
tiene que ver con la difusión de nuestros resultados (ERIKSEN, 2006).
Ocupándonos de ella en primera persona, facilitamos la correcta comprensión de
nuestro trabajo por parte de las personas con las que hemos trabajado y podemos
dejar el testigo a otras actrices y actores sociales para que desarrollen la
intervención en sus respectivos campos de actuación (los docentes en sus
actividades formativas, los y las estudiantes y las familias en su trato
cotidiano con la diversidad). En este sentido, queremos destacar que un buen
número de docentes (tanto de secundaria como de universidad) han afirmado que
el material generado en la investigación, sobre todo los vídeos y la
infografía, les resulta de utilidad para abordar la diversidad sexual y
familiar en sus clases y que ha sido alentador conocer las experiencias de otros
docentes recogidas por DyC para seguir adelante en la tarea de trabajar
por el respeto a la diversidad en sus aulas. Es decir, que el material de
investigación se ha convertido en un estímulo y en material didáctico en sí
mismo.
4)
La labor de
asesoría. Investigar sobre diversidad
sexual, familiar e identidades de género en los centros escolares implica, en
el contexto actual, convertirnos en depositarios de herramientas teóricas y
orientaciones prácticas basadas en la evidencia que no son ampliamente conocidas,
ni siquiera entre la comunidad educativa. Por ello, al difundir los resultados
nos estamos situando automáticamente como asesores informales de las personas
que nos escuchan, y hemos de estar preparados para ello. En la experiencia de DyC
han sido varios los casos en los que se nos han acercado docentes para pedirnos
consejo sobre situaciones concretas de gestión de la diversidad en el aula, o
para demandarnos herramientas bibliográficas y didácticas para abordar el
género y la sexualidad con sus estudiantes. Incluso un estudiante hizo uso de
este “servicio” de asesoría informal y nos pidió orientación para afrontar un
proceso de cambio de identidad y expresión de género en su propio centro
educativo. En este punto, la potencialidad transformadora que conlleva toda
investigación se materializa y adquiere pleno sentido.
Conclusión
La
experiencia de investigación que aquí hemos desgranado muestra hasta qué punto
la elección de una metodología de investigación y el formato en el que se
elaboran los resultados no son tareas meramente académicas, del orden de la
investigación, sino que son decisiones que afectan directamente al impacto que
tendrán las investigaciones en las sociedades estudiadas (e incluso en otras).
Podemos decir que ha sido sólo a través de la difusión de nuestra investigación
que hemos llegado a la conclusión de que los materiales producto de ella han
resultado ser considerados como material docente para trabajar la
diversidad sexual y familiar y las identidades de género en los contextos
educativos.
Así,
consideramos que la tarea de difundir los resultados de investigación debe ser
parte también del compromiso de la labor académica. Ésta, apoyándose en el
activismo, puede contribuir a la transformación de la percepción de la
diversidad sexual y familiar, haciendo de la investigación social una aliada en
construir otra escuela posible junto con docentes, alumnado, familiares y
autoridades. Confiamos entonces en que el presente artículo sirva también para
dar una mayor visibilidad a los resultados de nuestro proyecto y que contribuya
a la reflexión sobre las estrategias de investigación y difusión tanto en el
mundo académico como en el de la educación y el activismo.
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(1) Esta investigación, coordinada desde
el Departamento de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid,
ha contado con un equipo multidisciplinar formado por José Ignacio Pichardo
Galán (Investigador principal y coordinador),
Matías de Stéfano Barbero, Mercedes Sánchez Sainz, Luis Puche Cabezas, Belén Molinuevo Puras y Octavio Moreno
Cabrera. El informe final de resultados de la investigación y los materiales
audiovisuales producidos en el marco de este proyecto pueden consultarse en el
blog de difusión que hemos creado al efecto: http://presentacionidyc.blogspot.com.
(2) Llamamos homofobia a la actitud
hostil respecto a la homosexualidad y hacia las personas homosexuales,
bisexuales, transexuales y transgénero construida socialmente para mantener el
sistema sexo género. La homofobia se dirige contra quien se salte los roles de
género y/o la heteronormatividad. La transfobia sería un tipo específico de
homofobia que se centra en aquellas personas que rompen específicamente con las
normas de género y se comportan o identifican con un género diferente al
asignado socialmente en su nacimiento (PICHARDO, 2012).
(3) El primero de ellos fue
“Homofobia en el sistema educativo” (GENERELO y PICHARDO, 2006), un estudio
multidisciplinar realizado a partir de encuestas y observación participante en
la Comunidad de Madrid, que contó con el apoyo de COGAM, el Colectivo de
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Madrid. A continuación vinieron
otros estudios como “Adolescentes ante la diversidad sexual. Homofobia en los
centros educativos” (PICHARDO, 2009) realizado en Coslada (Madrid) y Maspalomas
(Gran Canaria), que tuvo el apoyo de la FELGTB,
y otras investigaciones sobre adolescentes LGBT que, sin centrarse
específicamente en el ámbito escolar, incluían también su situación en
contextos educativos (GENERELO, PICHARDO y GALOFRÉ, 2008; GARCHITORENA, 2009;
GENERELO, 2012). Por último, se ha publicado en 2013 un estudio específico
sobre adolescentes transexuales en el ámbito educativo (MORENO y PUCHE,
2013).
(4) El País, 17/07/2014. Disponible
en:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/07/11/actualidad/1405071261_649617.html
(5) Solo en el año 2010, el
Instituto de la Juventud encargó al CIS la primera investigación realizada con
dinero público sobre la situación específica de los adolescentes y jóvenes
LGBT. Tanto en la investigación cualitativa (Santoro,
Gabriel y Conde, 2010) como en los resultados publicados del sondeo
realizado con 1.411 entrevistas a jóvenes entre 15 y 29 años, se hace
referencia a la educación como una de las preocupaciones más relevantes para
este colectivo (INJUVE, 2011).
(6) Los talleres de infantil se
basaban en el material de Familias de Colores, realizado por CCOO
Enseñanza (http://www.ftpfe.ccoo.es/boletines/juv/FamiliasColores/#/1/) y en los talleres de primaria
se utilizó también el cuento Todos se meten con Melmer (SÁNCHEZ, 2010).
(7) Se realizaron ocho entrevistas
en distintos municipios de Sevilla, Cádiz y Madrid a docentes de infantil,
primaria y secundaria, dos entrevistas a estudiantes de secundaria (una de
ellas grupal) y una entrevista a una madre.
(8) Es significativo, en este
sentido, el fuerte impacto que ha tenido la investigación en los medios de
comunicación en España (llegando incluso
a aparecer reseñada en un diario en Argentina). Además, a día de la escritura
de este texto, el video de presentación de resultados de la investigación cuenta
con casi 20.000 reproducciones en Youtube (http://youtu.be/0dtbHwS94C0); el
video documental con entrevistas al profesorado y sus experiencias abordando la
diversidad sexual en los centros educativos, se acerca a las 10.000
reproducciones (http://youtu.be/mPxo-_cRtgg).
(11) Este informe corto se utilizó, por
ejemplo, para elaborar un artículo en la Revista Trabajadores de la Enseñanza,
del sindicato Comisiones Obreras, con una tirada de 100.000 ejemplares.
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Datos de contacto
Matías de Stéfano Barbero (CONICET -Universidad de Buenos Aires). Correo electrónico: matiasdestefano@hotmail.com
Luis Puche Cabezas (Universidad Autónoma de Madrid). Correo electrónico: luis.puche@uam.es
José Ignacio Pichardo Galán
(Universidad Complutense de Madrid). Correo electrónico: jipichardo@ucm.es
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