Los malos tratos entre iguales y sus denominaciones: Mobbing, mobbning y bullying (breve recorrido histórico)
Aunque la violencia entre escolares ha existido siempre, tal como queda reflejado en la historia de la institución escolar, las primeras investigaciones sobre los malos tratos entre iguales se iniciaron a principios de los años setenta por los escandinavos Heinemman (1972) y Olweus (1973), bajo la denominación de mobbing, y por los británicos Smith y Sharp (1994), bajo la denominación de bullying, de manera que este tipo de maltrato ha sido etiquetado, en distintos momentos y países, con términos diferentes y no siempre equivalentes, si bien en la actualidad están diferenciados el mobbing (acoso moral en el trabajo, o psicoterror laboral) y el bullying (conductas de acoso y amenaza entre escolares).
Los primeros términos utilizados en Escandinavia para referirse a las conductas de acoso en los lugares de trabajo fueron mobbing en Noruega y Dinamarca, y mobbning en Suecia y Finlandia. Por otra parte, cuando comenzaron las investigaciones sobre este fenómeno diferentes investigadores utilizaron, de forma indistinta, las palabras mobbing, mobbning y bullying para referirse al mismo.
El pionero de las investigaciones sobre el mobbing fue el psiquíatra sueco Peter Paul Heinemann, que durante los años sesenta del siglo XX utilizó el término inglés mobbing (del verbo “to mob” = regañar, maltratar, asediar o atacar; del sustantivo “mob” = muchedumbre) para referirse al acoso en el trabajo por parte de una persona o grupo. Acosar consiste en someter a una persona de forma reiterada (mediante palabras, gestos, comportamientos o actitudes) a pequeños ataques que por su repetición y sistematización atentan contra su dignidad o integridad, con la intención de desestabilizar su clima laboral, poner en peligro su empleo y deteriorar su círculo de relaciones.
Heinemann, que tomó el término mobbing de Konrad Lorenz (el primero que lo utilizó, en su caso desde la etología), detectó también este comportamiento hostil en niños en edad escolar, siendo el primero en aplicar el término mobbing a las conductas hostiles de ciertos niños respecto a otros en las escuelas. En 1972 publicó el primer libro en el que aborda la problemática de la violencia de grupo entre los niños.
Otro pionero en mobbing fue el psicólogo Heinz Leymann, alemán afincado en Suecia que a principios de los años ochenta investigó el mismo tipo de comportamiento hostil entre trabajadores de diferentes organizaciones. Gracias a él, el mobbing se ha convertido en una palabra internacional. Se le considera como el primer investigador y pionero en la divulgación del acoso psicológico en Europa. Otros pioneros europeos en mobbing son la psiquíatra francesa Marie France Hirigoyen y el psicólogo español Iñaki Piñuel y Zabala.
Leymann sugiere reservar la palabra mobbing para el acoso entre adultos en los lugares de trabajo y utilizar el término bullying para referirse al acoso entre niños y adolescentes en la escuela.
Este último fenómeno (el bullying) comenzó a ser estudiado de forma sistemática por el psicólogo Dan Olweus, quien lo denominó “Maltrato entre Iguales por Abuso de Poder”, considerándolo una modalidad de “mobbing”, aunque posteriormente se fijó para él la nomenclatura anglosajona que se refiere al acoso entre escolares con los términos “bully” (para designar al autor de la acción: intimidador, abusón, matón) y “bullying” (para designar la acción: intimidación, maltrato).
Más en concreto, Olweus se basó inicialmente en lo que el padre de la etología, Konrad Lorenz, denominó mobbing (acosar, rodear). Lorenz utilizó este término para designar «un ataque colectivo por un grupo de animales contra un animal de otra especie, que usualmente es más grande y enemigo natural del grupo» (Lorenz, 1963), definición que no tiene en consideración las agresiones de individuo a individuo, al limitar el fenómeno a hechos grupales. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que en los malos tratos entre escolares las agresiones individuo a individuo representan un porcentaje muy elevado, dato que influyó en la sustitución del concepto de mobbing por el de bullying, término este último que da una cobertura semántica mucho más amplia y ajustada al fenómeno que nos ocupa. Como detalla en una entrevista el propio Olweus, “En los años 70 empezamos a acuñar otro término, bullying, para determinar toda conducta agresiva, negativa, repetitiva, realizada por un individuo o un grupo contra otro individuo que tiene dificultades para defenderse a si mismo” (Álvarez y Grass, 2005).
A Dan Olweus, profesor de Psicología del Centro de Investigación para la Mejora de la Salud de la Universidad de Bergen (Noruega), se le considera como el pionero del estudio de las conductas de acoso y amenaza entre escolares, siendo además el autor que más ha estudiado este fenómeno, cuyo mapa social es muy similar en todo el mundo. De hecho son varios los países que llevan aplicando, desde hace más de 20 años, el Programa Olweus para la Prevención del Bullying (1).
En la actualidad, el concepto de «bullying» goza de un amplio consenso en la literatura científica para identificar el acoso entre escolares, aún cuando se trata de una denominación que deja fuera la idea de exclusión social como forma agresiva de relación. Por ello, para referirse al fenómeno completo de lo que en español denominamos como maltrato, intimidación o abuso entre compañeros, al término «bullying» se le añade con mucha frecuencia el de «exclusión social».
Rreferencias bibliográficas
Álvarez, R. J y Gras, R. (2005). Entrevista a Dan Olweus. “El Mundo de Baleares” de 19 octubre 2005.
Hienemann, P. P. (1972). Mobbing-gruppvald blant barn och vuxna. Stockholm: Natur och Kultur.
Leymann, H. (1996). Mobbing: la persécution au travail. París: Seuil.
Lorenz, K. (1963). Sobre la agresión. México: Siglo XXI.
Olweus, D. (1973). Personality and aggression. In J. K. Coie & D. D. Jensen (Eds.), Nebraska symposium on motivation, 1972 (pp. 261-321). Lincoln: University of Nebraska Press.
Smith, P. y Sharp, S. (1994): School Bullying. Insights and Perspectives. Londres: Routledge.
Notas
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